Entrega de llaves de la escuela sustentable

Realizada en con botellas, latas y neumáticos, la primer escuela sustentable de América tiene capacidad para albergar a 100 alumnos. Después de semana de Turismo, comenzarán a dictarse las clases en la nueva institución.

Esta tarde se entregará al Centro de Educación Inicial y Primaria (CEIP), las llaves de la primer escuela sustentable de América, ubicada en Jaureguiberry, en el kilómetro 80 de la ruta Interbalnearia. El trabajo realizado por voluntarios, becados y estudiantes de disciplinas diversas comenzó el 1 de febrero con la guía del arquitecto norteamericano Michael Reynolds, conocido por su documental “El guerrero de la basura”.

Para la construcción del edificio se utilizaron 2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 metros cuadrados de cartón y 8.000 latas de aluminio. En total se utilizó un 60 % de materiales reciclables, mientras que en 40 % restante corresponde a madera, vidrio y hormigón.

El método a través del cual se realizó la estructura hace que funcione como un “organismo vivo”, donde el agua de lluvia es cargada en diez grandes tanques, que a través de filtros es utilizada para las piletas de los baños. Luego, el agua ya usada se pasa por otro sistema de filtros, que elimina los restos de jabón y se utiliza para la plantación de vegetales que consumirán los niños. Las aguas grises resultantes de la filtración, se derivan a las cisternas de los inodoros y en su descarte termina su camino en un poso séptico que separa la materia orgánica del agua.

El abastecimiento de energía eléctrica se realiza con paneles solares y el sistema de calefacción del lugar, permite mediante la planificada construcción mantener una temperatura entre los 18º y los 25º.

Los alumnos comienzan después de semana de Turismo

Los 34 alumnos de la escuela rural de Nº 294, que se fundó en 2010, tomaban clases en una casa de la zona y a partir del 28 de marzo, tendrán una nueva educación en la Escuela Sustentable. Desde las autoridades se espera que nuevos alumnos se sumen a la propuesta ya que la institución tiene capacidad para 100 alumnos, divididos en tres salones: uno para educación inicial, otro para niños de primero a tercero, y el último para niños de cuarto, quinto y sexto.

La expectativa de los alumnos y educadoras que trabajarán en el instituto es muy grande, así como también por parte de la comunidad que rodea la escuela. El proyecto generó un antecedente en el país, y la integración de estudiantes de Inglaterra, Canadá, Estados Unidos y otros países, enriqueció la experiencia aún más.