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Eólica, principal fuente de generación por primera vez

03.04.2018

Eólica, principal fuente de generación por primera vez

En marzo, el viento le ganó al agua por primera vez. Durante el tercer mes del año, y en un hecho inédito desde que se llevan registros, la energía eólica se convirtió en la primera fuente de generación eléctrica en Uruguay, desplazando así a la hidráulica al segundo lugar.

El 40,96% de la generación en marzo fue explicada por la eólica, seguida por la hidráulica, que llegó a 38,77%, según la información disponible en el sitio web de UTE. La biomasa (9%), la térmica (7,65%) y la fotovoltaica (4,65%) explicaron el resto.

El gerente de Generación de UTE, Daniel Larrosa, dijo a El País que detrás de este fenómeno está la incorporación de nuevos parques eólicos durante el año pasado. En 2017, detalló, se sumaron 310 megavatios (MW) de eólica de un total de 1.500 MW con los que hoy cuenta Uruguay. La puesta en marcha de estos nuevos parques "se va a notar todo este año", agregó Larrosa. En febrero de 2018, en tanto, se sumaron otros 50 MW de eólica, por la incorporación de un nuevo proyecto de este tipo.

Por su parte, Oscar Ferreño —gerente de Generación de UTE entre 1995 y 2015 y actual director en Ventus, firma enfocada en proyectos de energías renovables— también señaló que recién a fines del año pasado se terminó la construcción de los parques eólicos que se habían definido levantar en el país en el marco de la transformación de la matriz energética, lo que en parte explica por qué esta energía "verde" logró esta participación ahora.

De hecho, añadió, ya en enero y en febrero la eólica había estado "muy cerca" de ser la principal fuente del sistema uruguayo.

Ferreño precisó que estos números dan cuenta de lo que se vuelca a las redes eléctricas en el país, y que no considera las exportaciones, las importaciones ni tampoco la autogeneración (salvo aquella que sí se vierte a la red). Este es el caso, mencionó, de grandes industrias, como las plantas de celulosa de UPM o Montes del Plata. "Solo tomo en cuenta lo que vuelca a la red", dijo en relación a este tipo de empresas.

Para el experto, en los meses que vienen la participación de la eólica dentro del sistema se mantendrá en estos valores. Durante el invierno podría trepar algunos puntos, dado que es una época en que los vientos son más intensos.

La energía eólica, dijo Ferreño, es "muy constante". "Por más que se le dice que es variable o algunos llaman intermitente, si considerás un mes es mucha la participación", sostuvo a El País.

Larrosa, en tanto, coincidió en que en los próximos meses la participación de la eólica variará en función de si hay más o menos viento, pero de todas maneras se mantendrá "bastante estable" y alrededor del 40% que registró en marzo.

Restricciones.

Si bien el mayor responsable del aumento de la eólica fue el funcionamiento de más parques en el país, hubo otro elemento que aportó un efecto "un poquito menor", comentó Larrosa.

El año pasado, dijo, hubo más restricciones operativas que en este 2018.

Estas restricciones ocurren, explicó, cuando el sistema genera mucha energía que no encuentra demanda. Para no provocar un desbalance entre lo que se genera y lo que se consume, UTE impone esas cotas. Como en este caso el viento no se puede "parar", se le solicita al parque que trabaje a una potencia menor durante esas etapas.

Ahora hay "diez veces menos restricciones" que el año previo, lo que también repercute en un incremento en la participación de este tipo de energía, indicó Larrosa.

Tarifa y costos.

Consultado acerca de si está en la hoja de ruta de la empresa estatal una rebaja de la tarifa de la energía eléctrica de la mano de la mayor participación de la eólica, Larrosa señaló que no tiene "conocimiento" acerca de una decisión de este tipo.

Sobre este mismo punto, Ferreño apuntó que no se debe "confundir" tarifa con costos. Los que bajaron, dijo, fueron estos últimos.

"La tarifa es una cosa arbitraria que la pone el Poder Ejecutivo", marcó. "Lo que sí no hay ninguna duda es que bajaron los costos", subrayó.

Oferta "oportuna" de Argentina días atrás

En los últimos días de marzo, y durante 18 horas, Uruguay importó energía desde Argentina. Fueron en total 150 megavatios (MW). Una compra de este tipo no sucedía desde 2015, y ocurrió luego de dos años (2016 y 2017) en los que Uruguay fue un exportador "neto" de energía tanto hacia Argentina como a Brasil.

La decisión de importar desde el país vecino fue producto de la seca que afectó a parte del territorio nacional y que dejó a las represas hidroeléctricas con un nivel de agua por debajo del ideal, informó El País la semana pasada. A este escenario se sumó menos viento, lo que disminuyó la capacidad de generación de los molinos nacionales.

Uruguay también cuenta con centrales térmicas —donde se quema un combustible fósil, como el petróleo, para producir energía eléctrica—, pero recurrir a ellas hubiera sido una opción más costosa que esta compra puntual que se realizó a Argentina, afirmaron autoridades.

La directora de la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria (MIEM), Olga Otegui, dijo en aquel momento que lo que se procuró con esa importación fue un "manejo oportuno de cuál es la fuente" que había como alternativa a las térmicas locales. "Argentina nos lo ofreció y nos pareció oportuno aprovecharlo", añadió la jerarca en declaraciones al programa Informe Nacional de Radio Uruguay días atrás.

El ministro de Energía y Minería de Argentina, Juan José Aranguren, había mencionado la situación uruguaya con anterioridad. "Porque no había buenos vientos o porque tenía una bajada en el río Uruguay no tuvo buen caudal en Salto Grande y por lo tanto no tenía acceso a energía", dijo el 23 de marzo.

El País