Uruguay cuenta con mapas de generación de residuos orgánicos para toma de decisiones sobre inversiones
Uruguay cuenta con mapas de generación de residuos orgánicos para toma de decisiones sobre inversiones
El proyecto Biovalor, que asesora desde 2014 a productores agropecuarios, promueve la generación de biogás y otros activos provenientes de residuos orgánicos en distintas partes de Uruguay, que redundarán en ahorros para el sector y sumarán al cuidado ambiental. En ese marco, se realizaron mapas que sirven para la toma de decisiones sobre inversiones en la valorización de esos desperdicios y efluentes.
El mapeo de generación de residuos incluye cantidad, ubicación, características, carga orgánica y humedad, entre otros elementos a analizar, explicó a la Secretaría de Comunicación Institucional la coordinadora del proyecto Biovalor, María José González.
El punto de partida de este proyecto fue el problema que afronta la industria, en general, y los productores, en particular, para depositar los residuos que dejan sus respectivas actividades, indicó.
Una solución ambiental a ese problema es su tratamiento y deposición en el terreno o verterlo a cursos de agua, en el caso de efluentes no contaminantes, en cumplimiento de la normativa nacional.
Sin embargo, el productor ahora puede dar un paso más, agregándole valor a esos residuos, y transformarlos en energía u otra terminación orgánica para aprovecharlos, pese a que esto es más costoso que lo primero.
Según la información que brindan mapas disponibles, se puede observar que el litoral sur del país es donde se genera mayor cantidad de residuos orgánicos provenientes de las producciones lecheras, porcinas y de engorde en corral.
Los residuos totales registrados en 2014 muestran que Montevideo y Canelones generan entre 40.001 y 90.000 toneladas por año, mientras que Paysandú, Río Negro, Soriano, Colonia, San José y Florida generan entre 15.001 y 40.000 toneladas por año.
Sin embargo, la zona con menor generación de residuos es la de los departamentos del noroeste, que incluye Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo y Treinta y Tres, y el departamento de Maldonado, los que tienen un promedio de entre 1 y 5.000 toneladas de residuos por año.
Se encuentran representados los sectores agroindustriales de engorde a corral, producción intensiva de aves, tambos, producción intensiva de porcinos, frigoríficos, cervecería y maltería, curtiembres, azúcar y alcohol, faena de aves, industria oleaginosa, bodegas, industria láctea, elaboración de productos cárnicos y lavadero de lanas.
Esta información, contenida en el proyecto Biovalor llevado adelante por los ministerios de Industria, de Vivienda y Medio Ambiente, y de Ganadería, es útil para facilitar a productores, inversores, empresas e industrias que quieran implementar tecnologías de valorización de residuos a que puedan calcular sus proyectos e inversiones con datos reales.
En paralelo, se trabajó en la generación de información en relación a las tecnologías que se pueden aplicar en Uruguay en esa materia, en conocimiento de sus costos, requisitos técnicos y necesidades ambientales, también con el espíritu de facilitar información.
Promoción para la revalorización de residuos
González explicó que, si bien en Uruguay existe experiencia en el manejo de efluentes, se espera fortalecer la línea de revalorización de los residuos con potencial exoneración de impuestos en equipamiento importado.
“Estamos buscando cómo fortalecer esta línea para que sea atractiva para los productores”, aseguró, para luego explicar que todo lo que sea construido con componentes nacionales se va a promover.
“Si no es posible, por la escala y otros factores que tienen que ver con la realidad del Uruguay, facilitaremos la importación de lo que sea necesario”, señaló.
Este proyecto promueve financiamiento, pero con una contraparte del productor, que es variable, en algunos casos el productor financia 80 % y el proyecto 20 %.
Se trabaja en la definición de instrumentos de apoyo para la cofinanciación de esas inversiones, fondos permanentes que puedan facilitar la inversión en proyectos de valorización de residuos, incluso con una visión amplia que salga del agro y también sume los residuos urbanos.
“Lo estamos estudiando y viendo cuál sería la mejor herramienta”, aseguró. Subrayó que la Ley de Promoción de Inversiones cuenta con ventajas para ciertos emprendimientos, por ejemplo, aquellos de producción más limpia, lo cual hace más atractivos los proyectos y es una forma de apoyar su financiamiento.
Se espera para 2018 dejar un instrumento de promoción que incluya exoneración impositiva, pago diferencial de energía u otro fondo de valorización para residuos, para permitir que esto continúe y no sea simplemente el impulso de un proyecto con financiamiento internacional.
A nivel energético, el resultado para el productor es la generación y uso de biogás. Según el tamaño del establecimiento, la cantidad de biogás dependerá de la cantidad de residuos que genere.
Actualmente ese modelo es muy atractivo en el sector porcino, en el cual se utiliza calefacción para el cuidado y crianza de lechones, y que actualmente le implica al productor un consumo alto de energía en calefacción.
En vez de utilizar fuentes tradicionales de energía, se podría utilizar el estiércol de los porcinos para su transformación en biogás, que sería utilizado para calefaccionar a los lechones.
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