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Uruguay se convirtió en líder en energía eólica

05.12.2017

Uruguay se convirtió en líder en energía eólica

En una década, Uruguay se ha convertido en el país con mayor proporción de electricidad generada a partir de energía eólica en América Latina y uno de los principales en términos relativos a nivel mundial.

Sucede que 23% de la electricidad de Uruguay se genera a partir del viento y se calcula que el año próximo esta cifra aumentará a 38%, ubicando al pequeño país sudamericano en el podio mundial de las naciones con energía basada en el viento.

Dinamarca, que es el líder actual, cubre un 42% de su consumo con estos molinos, según datos del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC, por sus siglas en inglés).

La energía eólica, además de respetar el medioambiente tiene, bajos costos de producción. Si bien requiere de una fuerte inversión inicial de capital, una vez en marcha, la producción es independiente de la gestión humana. Además, los costos operativos son bajos. Si sopla el viento, se genera energía. No requiere personal dentro de los parques. Lo único que hace falta son generadores, cuyo costo de mantenimiento es bajo.

En la actualidad, la producción de Uruguay es tan importante que está buscando colocar sus excedentes en el exterior para no desaprovecharlos. Así, lo que surgió como parte de una posible solución a una crisis energética terminó siendo la respuesta definitiva y hasta una posibilidad de generar divisas.

Cuando en 2005 se dieron por terminados los contratos de energía térmica que Uruguay tenía con Argentina, el país entró en un ciclo de crisis energética, y si bien seguía conservando sus centrales hidroeléctricas, eso no era suficiente.

De ese modo, con la soga al cuello, se empezaron a buscar soluciones. Una de ellas fue la energía eólica. Al principio había mucho escepticismo porque se pensaba que iba a ser un complemento más que una solución. Pero cuando se comenzó a estudiar, se vio que por las características de Uruguay sí era una solución.

A partir de ese momento, UTE marcó la dirección energética del país. A través de licitaciones, arribaron a suelo uruguayo un monto total en potencia eólica de 1.500 megavatios. De esos 1.500, hoy están en funcionamiento unos 1.000 y, en los próximos 12 o 18 meses, se pondrán a funcionar los 500 restantes.

A esto se sumó que a partir de la crisis de 2008 los bancos internacionales comenzaron a financiar estos proyectos a tasas muy bajas. A causa de la recesión, los fabricantes de aerogeneradores tenían poca actividad y máquinas a precios muy competitivos.

Uruguay incorporó en tres años 1.262 MW de potencia eólica. A fin de 2017 los aerogeneradores aportarán al sistema 1.500 MW. El país pasó de 1% de energía eólica sobre el total generado en 2013 a 22% en 2016 y llegará a 31% en 2017, considerando incluso el autoconsumo.

Cuarto a nivel mundial

En 2016, 23% de la electricidad generada en el país provino del viento; sólo Dinamarca, Irlanda y Portugal tuvieron una participación más alta.

La participación de la energía proveniente del viento en la matriz eléctrica uruguaya fue de 23% el año pasado. En Dinamarca, líder del ranking, fue de 38% en el ejercicio 2016. Lo siguieron Irlanda (27%) y Portugal (24%).

De esa manera, Uruguay fue el cuarto país en el mundo con mayor participación de energía eólica en la matriz eléctrica según el informe Renovables 2017: reporte global, elaborado por REN21.

El informe destacó que en 2016 la energía eólica cubrió 10,4% de la demanda de energía eléctrica en la Unión Europea y que solo 11 países superaron ese nivel: nueve de ellos fueron europeos y dos latinoamericanos: Uruguay y Costa Rica.

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